DONDE MANDA EL AJIACO, NO MANDA EL HAMBRE
Parce, si hay un plato que nos hace decir qué chimba de comida, mijo, ese es el ajiaco. No es solo una sopa, es una herencia, una cucharada que sabe a historia, a montaña, a familia. Es tan colombiano, pero tan colombiano, que uno lo prueba y siente como si le dieran ganas de poner la mano en el pecho y cantar el himno con el alma.
Este manjar tiene su raíz bien sembrada en el altiplano cundiboyacense, donde los muiscas, nuestros antepasados indígenas, ya cocinaban sopas con papa y maíz. O sea, el ajiaco no es moda ni invento nuevo, es patrimonio puro, con siglos de historia cocinándose al fogón lento, de generación en generación. Luego llegaron los españoles, metieron el pollo, y con el tiempo se armó la receta que hoy defendemos con cuchara en mano.Y vea, en esa olla que todos los colombianos tenemos, esa misma que uno lleva pa’ cocinar cuando va al río con la familia, pa’ un paseo de olla o una fiestica en la finca… ahí es donde se arma la magia. Se le echan tres papas bien colombianas (pastusa, criolla y sabanera), mazorca dulzona, pollo que se deshace, su rama de guasca (porque sin eso no hay nada qué hacer), y se deja cocinar.
Cuando ya está burbujeando sabroso, se sirve como es, con arroz blanco, una tajadita de aguacate mantequilludo, su buena cremita de leche y alcaparras pa’ ese toque bravo.
Uno se mete una cucharada y se siente como en casa. Sirve pa' un almuerzo dominguero, pa' un guayabo que tumba, o pa’ enamorar a un extranjero con puro sabor criollo. Porque el ajiaco no es solo comida:
es cultura, es tradición, es una chimba de plato que nos representa como nadie.
Así que si usted no se ha comido un buen ajiaco andino…
¡Le falta patria, hermano!
Ingredientes pa' un buen ajiaco
-pechugas de pollo (o muslos si quiere más sabor)
-papas criollas, peladas y partidas
-papas sabaneras, peladas y en rodajas-papas pastusas, peladas y partidas
-mazorcas de maíz, partidas en trozos
-agua a tu gusto
-1 manojo de guascas (se consiguen en la plaza)
-Sal al gusto
-taza de crema de leche
-Alcaparras al gusto
-Aguacate en tajadas
-Arroz blanco pa’ acompañar
Preparación con toda la calma:
1. En una olla grande, cocine el pollo con las mazorcas y sal, hasta que esté bien blandito. Saque el pollo, desmenúcelo y resérvelo.
2. En ese mismo caldo, eche las papas sabaneras y pastusas. Cocine hasta que empiecen a deshacerse.
3. Agregue las papas criollas y las guascas. Cocine a fuego lento hasta que todo esté espeso y tenga ese saborcito que enamora.
4. Vuelva a echar el pollo a la olla y déjelo todo juntico un ratico más.
5. Sirva caliente, con arroz, crema, alcaparras y aguacate.
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